8 ventajas y 4 inconvenientes del suelo radiante

La calefacción por suelo radiante conlleva un cambio importante en la forma de calentar la vivienda.

Este sistema no es aconsejable para todas las viviendas, ya que sus características provocarán que tenga más sentido en unas viviendas que en otras.

Para saber si es el mejor sistema de climatización para tu hogar la forma más eficaz es analizando sus ventajas e inconvenientes.

Si las ventajas del suelo radiante son importantes para ti podrás soportas sus desventajas sin problema.

1. Ventajas del suelo radiante

Se podrían resumir las ventajas del suelo radiante en dos grandes grupos:

  • Mayor confort térmico
  • Mejor eficiencia

Vamos a ver una por una las ventajas de este sistema.

1.1. Distribución de calor de la manera más óptima

La distribución del calor que consigue el suelo radiante es la más óptima. Esto sucede porque la temperatura del aire es más elevada cuanto más cerca está del suelo y más fría cuanto más se acerca al techo.

Conseguir esta distribución de temperaturas se transformará en un mayor confort térmico. En invierno uno de los principales problemas que tenemos es que se nos enfríen los pies. Con el suelo radiante esto no pasa.

El generarse el calor en el suelo es en esta zona donde se encuentra la temperatura más elevada. Después, a medida que asciende el calor, se va enfriando levemente el aire.

1.2. Emisión de calor uniforme

Los radiadores, uno de los elementos más tradicionales en la calefacción, aportan calor a la estancia con unos pocos metros cuadrados de superficie. Es normal que la concentración de calor en ese elemento provoque que no se distribuya de manera uniforme por toda la habitación.

Con el suelo radiante esto cambia. La superficie que emite el calor es considerablemente más grande: abarcará todo el suelo. De esta manera aportará el calor de forma uniforme y no se presentarán diferencias de temperaturas en distintos puntos de la estancia.

1.3. Ausencia de corrientes de aire

Un radiador aporta el calor a la habitación por convección: el aire en contacto con su superficie se calienta y asciende, dejando paso al aire frío que llega de la parte inferior del radiador. Este flujo de aire constante crea pequeñas corrientes.

Cuando la habitación ha alcanzado una temperatura estable la corriente de aire es mínima, pero si está empezando a calentarse la diferencia entre el aire frío y el aire caliente será mayor. Esto creará corrientes de aire que podrán llegar a molestar.

Con el suelo radiante esto no sucede por dos razones:

  • Trabaja a una temperatura más baja: la temperatura de la superficie del suelo será menor que la del radiador, por lo que la diferencia de temperaturas será mínima.
  • La superficie caliente es mucho mayor: al abarcar todo el suelo de la estancia se evitarán estas corrientes de aire.

1.4. Alta inercia térmica

La inercia térmica de un material influye en la velocidad con la que absorbe o cede el calor. En el caso del suelo radiante la inercia térmica es alta, por lo que tardará en calentarse y enfriarse.

Este valor no influye en el consumo. Es una propiedad que interviene en la velocidad de disipación del calor.

Esto es interesante por una razón: el suelo radiante garantizará temperaturas estables, sin cambios bruscos.

1.5. Compatibilidad con multitud de sistemas

Al tratarse de un sistema de calefacción de baja temperatura son muchos los sistemas de generación de calor que son compatibles con el suelo radiante.

Recuerda que el suelo radiante es un sistema de disipación de calor. Necesita funcionar con alguna tecnología que genere el calor que se aportará al agua de los circuitos.

Es compatible con las siguientes tecnologías:

  • Caldera de gas
  • Caldera de biomasa
  • Energía solar
  • Geotermia
  • Aerotermia

1.6. Mayor eficiencia energética

Como te acabo de comentar en el punto anterior el suelo radiante es un sistema de baja temperatura, y eso lo convierte en una tecnología más eficiente.

En un sistema de calefacción clásico con caldera de gas natural se eleva la temperatura del agua del circuito hasta los 70 ºC, lo que provoca unas mayores pérdidas en la caldera y los circuitos de distribución.

Sin embargo, con el suelo radiante es suficiente con subirla hasta los 40 ºC. Esto de transforma en una reducción del pérdidas de calor en los diferentes puntos del circuito.

1.7. Ausencia de elementos de disipación del calor

Radiadores, bomba de calor, estufas, convectores… todos estos sistemas de generación o disipación de calor ocuparán espacio en la casa. La mayoría de ellos incluso no se podrán mover de sitio.

El suelo radiante es un sistema totalmente invisible, ya que es el propio suelo el que calienta. No tendrás radiadores que influirán en la distribución de los muebles ni aparatos de bomba de calor en las paredes.

1.8. No se genera ruido

Cualquier ruido que pueda generar el paso del fluido por los tubos del suelo radiante queda insonorizado por las diferentes capas que los protegen. Se trata de un sistema totalmente silencioso.

2. Desventajas del suelo radiante

Como todas las tecnologías también existen ciertos inconvenientes, y conviene conocerlos para saber si se va a poder hacer frente a ellos.

2.1. Inversión

Lo primero que debes tener en cuenta es el precio del suelo radiante. Su precio es elevado, por lo que la inversión que tendrás que hacer al principio será más fuerte.

No debes tampoco considerar el suelo radiante como un sistema caro, ya que la mejora de la eficiencia energética acabará compensando esta inversión.

Experimentarás una reducción del consumo de energía en calefacción que se transformará en un ahorro económico directo.

2.2. Instalación

La instalación de un sistema de calefacción por suelo radiante es más compleja. La disposición de los tubos debe calcularse con detenimiento, así como la potencia de la caldera o el equipo de aerotermia.

Es más sencillo de instalar en viviendas de nueva construcción, pero también existe la posibilidad de hacerlo en viviendas ya construidas. Para este caso se debe contar con que la altura del suelo aumentará unos centímetros. Esto provocará realizar pequeños ajustes en las puertas del hogar.

2.3. Mantenimiento

Al igual que ocurre con otras tecnologías, es necesario llevar un mantenimiento de la instalación que tendrá que ser realizado por profesionales.

Entre las tareas que se deben realizar destacan:

  • Revisión de caudalímetros
  • Regulación de los ciruitos
  • Control de lodos

2.4. Inercia térmica

La alta inercia térmica es una ventaja pero también un inconveniente. Todo dependerá de cómo se utilice y si encaja con nuestro modo de vida.

El suelo radiante no es capaz de modificar la temperatura de la vivienda de forma rápida, por lo que no será aconsejable en las siguientes situaciones:

  • Cuando se necesita un rápido aumento de la temperatura en el hogar. Si llegas a casa y ésta se encuentra a 15 ºC no será capaz de calentarla hasta los 19 ºC hasta pasadas unas horas.
  • Cuando se quiere dejar de calentar el hogar. Si apagas la calefacción con suelo radiante debes saber que seguirá aportando calor al ambiente durante algunas horas.

Se trata de un sistema que garantiza temperaturas estables, pero para ello actúa con lentitud. Para conseguir la temperatura deseada hay que actuar con antelación.

Para esto es necesario un buen termostato. En la actualidad existen modelos que van conectados a internet de manera que puedes establecer la temperatura que deseas en el hogar desde el móvil.

Establece horarios o selecciona la temperatura con tiempo suficiente para que el sistema sea capaz de alcanzarla.